EsPeJiSmO una barra de café OmSiJePsE
Una señora-señorita de voz ronca pide permiso para tomar asiento, el contexto la hace una extraña desconocida posible delincuenta así que la mesa comienza a despejarse de visibles alhajas.
Demasiado obvio.
La extraña aclara que no tiene malas intensiones solo quiere en realidad descansar un momento y permitirse promocionar su producto; saca de una pequeñita bolsa pedacitos de café madera diciendo que son unos espejos manufacturados (caballos, fresas, niños y demás estampados en manzanas, corazones y óvalos de corazón reflectivo); el aire es incomodo, raro…
La clienta separa su cabeza del texto y atenta observa, cree, piensa... su posición parece ventajosa y parece dispuesta a gastar tres de los cinco únicos pesos de su monedero. Segundos después elije el espejo rectangular con estampado de niño cabeza de cereza que le dice hermosa y le da el billete de cinco pesos a la vendedora astuta, siente que los perderá pero no será el fin de la reflexión.
La comerciante dama no tiene cambio, guarda sus cositas, vende confianza y promociona sutilmente por el lugar… desaparece lentamente mientras la clienta despistada se pierde reflectada en la puerta horizontal que esconde al espejo y se queda en el infinito espantada (intrigada) de lo que no ve y vuelve al texto inicial de un mundo de espejismos a entender.