jueves, noviembre 10, 2005

Stop, rebobinar, Borrar, play.


Hay que detenerse. Stop, rebobinar, borrar, play, y todo normal como si nunca hubiera pasado. Los cambios dramáticos son buenos, tienen impulso, no es nada planeado, solo se realiza, después habrá tiempo para mirar las consecuencias. Cuando uno se vuelve un experto, plufff, las consecuencias dejan de ser reconocidas, ahora son características (entiéndase que no son efectos, se reconocen como parte de la acción) colaterales y desaparece la culpa. Entonces renazco, en otra que no soy yo y a veces soy incapaz de reconocer, alguien que no tiene nada que perder y de pronto se detiene a preguntar al viandante de atrás si pensará que lloverá hoy, o corre en busca de una monja cualquiera a preguntar los apóstoles, toparse con unas tijeras y volverse estilista, jugar a ser clarividente y terminar leyendo el tarot, volver a ser materialista recolectando palomitas muertas, coleccionar imágenes de ratas espichadas, dibujar cada una en cada uno de los cuadernos que compras cuando el sol pareciera tragarnos, entonces el tiempo se devuelve, stop, rebobinar, borrar, play y dialogamos, al tiempo, las dos en un mismo tiempo, guardo silencio un momento, te observo abandonarlo, sabiendo que yo había prometido pasar la noche con él, sonrío, esto definitivamente va cambiar todo lo que podría esperar. Abro los ojos adolorida, es mi espalda, recuerdo haber sudado ayer, cansada, quejumbrosa, sonríes, lo sé, las vértebras arden, la cama se incendia, torpe, torpe aún torpe, esquivo platos, zapatos, animales, cuadernos, ropa, y llego al baño, y te observo, me observo, crucificadas nos observo.

Powered by Blogger

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com

free page hit counter |