ComoCasiSisempre

Ian D.A. debe esperar.... se sienta frente a un gran salón en una de las sillas dela pared, justo en la primera junto al teléfono que espera una moneda de doscientos. Como casisiempre sus pies quedan volando en el aire sin alcanzar el suelo; le es involuntario balancearlos de un lado a otro una y otra vez. Mientras espera a su padre, solo observa al pequeño liliputiense en un gran laberinto de sillas que no le sobrepasa los hombros... Hércules debe tener unos cuatro años... se ríe, corre y busca la forma de mover paredes y cruzar laberintos hasta llegara la mesa de sus padres para tomar un poco de jugo... corre de nuevo del centro hacia la perifería del salón para mover con sus fuertes manos la gran pared y desafiar una vez más el gran laberinto...
Llega su padre..., Ian imagina el frío de afuera así que se pone la chaqueta y se van todos caminando lentamente.