Finos bucles caen sobre su piel. Piel, ojos, labios, el mentón apoyado en mi (su) vientre, risa entrecortada que clava la barbilla en mi (su) hígado.
Ojos de anciana tienes…
Ya lo sabía.
Que piensas?
Me (le) mira, me (le) quema, de nuevo, con sus ojos de fuego y se abalanza hacia mi.